Adopción de tecnología

y nuevos métodos en la construcción en Colombia.

Hoy en día es vital contar con tecnología capaz de brindar la posibilidad de realizar un trabajo efectivo y sobresaliente, en especial para las empresas. Lamentablemente, el sector de la construcción es uno de los sectores más atrasados en este ámbito. Si hablamos del caso específico para Colombia, el tema se agudiza aún más, puesto que la visión de los grandes constructores no proyecta nuevas formas de llevar a la construcción a otro nivel.

Mi nombre es Sebastián Hincapié V, ingeniero industrial de la Escuela de Ingeniería de Antioquia. Hace cinco años una de las constructoras con más trayectoria de la ciudad de Medellín me dio la oportunidad de ser residente en el proyecto “Lean Construction”. Allí me enamoré de la industria y vi un sin fin de oportunidades, especialmente en la implementación de nuevos métodos y tecnologías, que en otras industrias como la automotriz generan un gran impacto.

Luego de unos meses como residente, pasé a ser el encargado del departamento de equipos de la compañía. Pues allá era en donde tenía mayores oportunidades para desarrollar muchas de las ideas que podían impactar positivamente la operación.

Hago esta breve introducción de cómo inició mi carrera profesional en la construcción, ya que de ahí en adelante, y gracias a la visión de la compañía, dediqué gran parte de mi tiempo a implementar nuevas formas para ejecutar y mejorar procesos ya establecidos que se realizaban de forma mecánica. Gracias a mis ideas, estos nuevos métodos simplificaron y agilizaron los procesos, potenciando positivamente los costos relacionados principalmente al tiempo.

La innovación en la construcción se puede abordar desde diferentes aristas. Allí decidimos hacerlo por medio del benchmarking. Es decir, tratar de entender que se hacía en las diferentes empresas del mundo, que nosotros no hiciéramos ya. Así, comenzamos a asistir a ferias internacionales como “Word of Concrete” y “Bauma”, con el fin investigar las innovaciones que las constructoras más grandes del mundo, de América y de nuestro país.

Uno de los eslabones más importantes de nuestra estrategia fue la decisión de ser pioneros locales en las nuevas tecnologías que estaban implementando nuestros proveedores y de sus respectivos stakeholders. Esto nos llevó a desarrollar el primer piloto en unos de los proyectos de construcción vertical en desarrollo, donde innovamos en la implementación de nuevos equipos, como lo fueron los Placing booms y formaletas de gran formato mano-portables. Adicionalmente, adaptamos nuestros procesos constructivos, ya que, al comprar estos equipos después de un análisis de proceso y económico, liberamos la restricción de colocación de concreto en altura.

Sin embargo, el proceso no consistió únicamente en la adquisición de los nuevos equipos. También tuvimos que alinear cada uno de los procesos, para así tener un flujo de trabajo uniforme en las actividades anteriores y posteriores a la misma. Por esto, implementamos las metodologías de Teoría de Restricciones (TOC) en nuestros procesos constructivos.

Un gran ejemplo: aumentar la capacidad de producción de las plantas de concreto, pasando de producir 17 m3/hora a 31 m3/h, analizando las restricciones y situando un amortiguador en el sistema. Esto incrementó en un 82% la productividad y nos acortó los tiempos de vaciado.

Posterior a estos ejercicios, analizamos la colocación de acero, pues ésta se había convertido en la actividad más complicada en el ciclo de construcción de un edificio en altura. A raíz de esto, decidimos cambiar las torre grúas tradicionales que alquilábamos por equipos de mayor capacidad de carga para, así, tener menos movimientos y poder abastecer de manera más eficiente los aceros de la estructura. Otra estrategia que usamos para ahorrar tiempo en los proyectos el uso de equipos de capacidad auto-estable hasta de 89 m de altura sin necesidad de tener arriostramientos, de esta manera se liberaban entre 3 y 4 días en los que se hacían los realces de los equipos para la estructura.

Adicional a estos ejercicios cuyo eje fue la implementación de nuevas tecnologías, se comenzó a trabajar con transporte de arena por medio de equipos neumáticos. Se comenzaron a transportar los equipos en contenedores fáciles de manipular en obra, se movieron materiales con ayudas mecánicas como minicargadores y montacargas, y finalmente se logró la compra e implementación de tecnología de punta que, en conjunto con la implementación de la metodología BIM, empezó a posicionar a esta compañía como un referente de implementación tecnológica en función de la innovación. Como resultados finales, se generaron ahorros en tiempo y en costo, un aumento significativo en la calidad de vida de las personas que laboran en los centros de trabajo y una reducción en el impacto ambiental, con menores desperdicios y un mejor aprovechamiento de los recursos.

Por último, quisiera resaltar que la interdisciplinariedad es de gran importancia para innovar en la construcción y entender los diferentes puntos de vista que hay aquí. El valor de la construcción no está en repetir los mismos modelos que nos han guiado los últimos 4700 años, desde los egipcios. En cambio, está en cómo nos adaptamos e incorporamos las nuevas tecnologías en los procesos constructivos de hoy. Es decir, en la implementación de la tecnología que se viene desarrollando en la cuarta revolución industrial, la implementación de BIM, la impresión en 3D, la robótica, la construcción modular, los prefabricados, la inteligencia artificial, la Big data, la RPA y otras tendencias mundiales que van a llevar a la industria de la construcción a mejorar sus niveles de tecnología e innovación.

Sebastián Hincapie Velásquez
Ingeniero Industrial.

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Published On: 14 mayo, 2021Tags: , , , Views: 1362